El esguince de tobillo puede ser muy doloroso y no nos permite caminar ni movernos como queremos. Contar con remedios que mejoren los síntomas y permitan una recuperación más rápida es fundamental.
ufrir un esguince de tobillo es más común de lo que se cree, sobre todo cuando usamos tacones o caminamos con mucha prisa. El dolor que provoca es bastante fuerte, y a eso debemos sumarle el hecho de no poder pisar bien quizás durante días.
En el siguiente artículo te contaremos de qué manera reducir los dolores con remedios y tratamientos caseros. Así podrás recuperarte más rápido y regresar a tus actividades cotidianas sin problemas ni molestias.
¿Cómo se produce un esguince de tobillo?
Como primera medida es necesario saber qué es y cómo se produce un esguince de tobillo. Para ello, debemos hablar sobre los ligamentos, esas estructuras que le dan estabilidad a las articulaciones y que son una especie de “cuerdas” que permiten los movimientos. Cuando estas se tensan de forma excesiva, se rompen. Así es como se produce lo que se conoce como esguince. El de tobillo es el más común, principalmente en personas activas.
En el caso de las mujeres que usan tacones, es mayor la posibilidad de sufrir un esguince de tobillo debido a la posición del pie. Si solo apoyamos los dedos, el resto del pie queda inestable y los ligamentos se tensionan más que lo normal. Por ello no hace falta caerse ni doblar el tobillo de una forma incorrecta para sufrir una lesión: con llevar cierto calzado es suficiente.
Remedios caseros para aliviar un esguince de tobillo
Una vez que se produce la lesión, es muy importante inmovilizar la zona, es decir, caminar lo menos posible, o incluso guardar reposo. Algunos remedios naturales pueden servir para tratar un esguince de tobillo y que se reparen los tejidos, ligamentos y tendones dañados. Entre ellos recomendamos:
1. Emplasto de arcilla roja y vinagre de vino
Este es un remedio muy antiguo, que quizás tu madre o abuela conocen, el cual permite curarse de cualquier contusión o esguince. El emplasto es una mezcla pegajosa y algo espesa que se aplica con fines medicinales en diferentes partes del cuerpo.
La arcilla tiene muchas propiedades: cicatrizar, evitar infecciones, sedar, reducir la inflamación y remineralizar. En el caso del vinagre de vino, será el encargado de desinfectar y aportar hidratación al emplasto. Además evitará que se formen moretones.
Ingredientes
1 taza de arcilla roja en polvo (180 g)
Vinagre de vino (cantidad necesaria)
Film transparente
¿Qué debes hacer?
Colocar una taza de arcilla roja en un recipiente grande e ir añadiendo el vinagre de vino mientras lo mezclamos con ambas manos.
La idea es formar una pasta fácil de aplicar en la zona afectada.
Deja que se seque (se endurecerá), envuelve con un film trasparente o plástico y, tras 20 minutos, retira con agua templada a tibia.
2. Hielo
Aplicar frío es una de las mejores maneras de reducir la inflamación en un esguince de tobillo. Sin embargo, para que surta efecto debe colocarse lo más rápido posible una vez producida la lesión.
¿Qué debes hacer?
Pon varios cubos de hielo en una bolsa plástica y presiona sobre la zona.
Recuéstate en el sofá o la cama y pon el pie en alto, por encima del nivel del corazón, para que no se acumule la sangre y se reduzca la hinchazón.
Mantén el hielo durante 15 minutos, espera media hora y aplica nuevamente.
3. Sales de Epsom
Estos cristales contienen magnesio, un mineral muy eficaz para aliviar dolores a nivel muscular.
Ingredientes
4 tazas de agua (1 litro)
½ taza de sales de Epsom (75 g)
¿Qué debes hacer?
Calienta un litro de agua y echa en un recipiente. Agrega media taza de sales de Epsom y remueve bien para que se disuelva y enfríe.
Cuando el líquido esté a temperatura ambiente (puedes mezclarlo con agua fría), introduce el pie y deja media hora. Repite dos veces al día