Suele ser consecuencia de una ingesta insuficiente de fibra y agua.
1- Cáscara de llantén.
Se mezclan dos cucharaditas de cáscara de llantén en polvo en una taza de agua. Se bebe inmediatamente y, a continuación, se toma un vaso de agua. El llantén aumenta el volumen de las heces.
2- Duchas y compresas de arcilla.
Las duchas circulares diarias en el vientre con agua caliente durante cinco minutos son muy útiles, al igual que la aplicación de compresas de arcilla sobre esa misma zona del cuerpo durante 20 minutos.